lunes, 7 de noviembre de 2011

Alguien..(:

Porque  desde siempre tengo una manera bastante optimista de ver la vida, voy a escribir una pequeña historia que no hace mucho contó mi profesora de literatura que son de las que verdaderamente te hace reflexionar sobre la vida y despierta tus ganas de saber mirarlo todo un poco mejor. Y esta historia empieza así:


Érase una vez, un narrador, que narraba esta historia...
Hace bastantes años, exitian cuatro diablos que se reunían cada día. Un día uno de ellos, el más pequeño, tuvo una idea y así dijo:
-Oye,¿qué tal si jugamos al escondite?
a lo que los otros tres, sorprendidos, comienzan a reirse y dicen..."si todos los días jugamos al escondite"
entonces dice el pequeño diablo:
-Pero hablo de esconder algo...algo importante para los humanos
los tres diablos restantes, super intrigados le preguntan..."¿qué cosa tan importante?"
-Su felicidad-dijo este con una malébola sonrisa
todos los diablos estuvieron de acuerdo con que aquello, era una idea genial y se morían de ganas de poner aquel "juego" en marcha.
Y el más grande de ellos dice...
-podríamos...podriamos esconderla en el fondo del mar, ahí no creo que la encuentren.
y el resto, no de acuerdo con él discrepan que el ser humano con los barcos, los submarinos, trajes de buzo y demás encontrarían la felicidad, fácilmente.
Más tarde propone el más fuerte de todos
-¿Y si la escondemos en la cima de una montaña?
nuevamente, los compañeros no contento con ello, volvieron a recapacitar en que si los humanos habían escalado el everest, también les resultaria fácil encontrarla en la cima de cualquier montaña.
El mediano de ellos propuso una buena idea, pero no del todo buena...
-¿Qué tal si la mandamos a otro planeta?
pero el ser humano, es capaz de avanzar tanto en el mundo de la tecnología que si van a llegar a la luna, también podran llegar a otros planetas.
Por lo que ya por último vuelve a comentar el malvado diablillo pequeño
-Realmente, lo que yo pensaba era en esconder la felicidad dentro de cada humano, de forma que estén tan preocupados buscandola por ahí que sean incapaces de darse cuenta dónde está realmente.
Y así lo hicieron.
Por tanto, debeis aprender que vuestra felicidad únicamente depende de vosotros.
Y así concluye el narrador.


Es cierto que aunque todo este royo de la felicidad sea cosa de cada uno, a veces necesitamos a alguien que nos acompañe, simplemente
por sentir el apollo, el calor, el aliento, y los ánimos de alguien cuando verdaderamente todo eso te falta, al igual que lo que sientes
cuando eres capaz de devolver todo aquello que aquella persona te dio un día. Realmente, es fácil encontrar a una persona que
siempre te sonría, pero no es nada fácil que lo haga con el corazón, con la boca, la cara y las palabras. Pero siempre existirá una persona
que sepa acompañarte, simplemente, debes saber reconocerla.
Y bueno, en cuanto a la felicidad en general, realmente si me parece que todo el mundo vive demasiado preocupado que es incapaz de encontrarla
en uno mismo, por algún extraño motivo aquella razón que nos hace llorar siempre nos lleva a algo bueno, pero pocas personas saben verlo en aquellos
momentos, sólo aquellas son las personas que saben ser felices, RECUÉRDALO!!
En fin, tras este royo psicológico que os he montado, me despido...♥




Un hermano mira al otro:

-somos...tú y yo contra el mundo.
+Tú y yo contra el mundo...(:

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